En Pascua no sólo florecen las flores, sino también el corazón de la gente. En la comunidad de los Awichas, un grupo de indígenas ancianos, esta alegría no sólo se siente en Pascua. En La Paz, Bolivia, han transformado un vertedero en un oasis lleno de flores y verduras sanas.
Con el apoyo del proyecto "Huertos Urbanos", quieren cultivar más productos agroecológicos e integrar mejor los huertos en la vida del barrio. Aquí puedes descubrir cómo funciona tu ayuda en nuestros proyectos con el ejemplo de un huerto comunitario.
"Nací cerca de Copacabana, a orillas del lago Titicaca, y vine a La Paz de niña. Nunca he olvidado la vida en el campo. Nosotros, los Awichas, oímos hablar de este huerto y lo salvamos. Aquí tenemos todo tipo de verduras, cocinamos para nosotros y compartimos todo", dice Selestina Choque.
Selestina espera que el huerto mejore y aumente de tamaño para que puedan aprender a cultivar más verduras y plantar árboles frutales.
Audrey Vargas, coordinadora de proyectos de "Huertos Urbanos", cree que el huerto permite a las personas mayores conectar con la naturaleza y reforzar su sentido de comunidad. También les ayuda a mantenerse física y mentalmente activos. Estos espacios abiertos animan a los awichas a ser creativos y a volver a dedicarse a las actividades que antaño llenaban sus corazones.
"Huertos Urbanos" se ha convertido en una próspera isla para los Awichas en medio de las calles de La Paz. Con su experiencia en el cultivo de plantas, han encontrado una motivación en sus vidas, porque con su cosecha contribuyen a la seguridad alimentaria para ellos y sus familias. En el huerto se cultivan hortalizas que luego se utilizan para una comida comunitaria, el llamado "apthapi", o se llevan a casa para sus familias.
El jardín contribuye al bienestar de las personas mayores.
Cumplir juntos buenas cosas:
Contribuimos a un mundo pacífico y justo para todas las personas.