Stefan Weller es pastor parroquial y hospitalario en la Iglesia Metodista de Basilea-Bethesda. Hasta el verano de 2024 formó parte de la junta directiva de Connexio hope y develop, la organización de ayuda de los metodistas en Suiza. En los últimos años, ha reflexionado intensamente sobre el voluntariado.
"La Iglesia Metodista Unida no es una iglesia nacional, sino una iglesia mundial. Nuestra fuerza es que somos internacionales", dice Stefan Weller. Porque hay iglesias metodistas en todos los continentes. "A la forma en que mantenemos el contacto y nos apoyamos mutuamente a través de países y océanos la llamamos 'connexio', que en latín significa asociación o confraternidad". En consecuencia, los nombres de las dos asociaciones con sede en Suiza son también su programa: "Connexio hope" representa el apoyo mutuo de las iglesias asociadas. "Connexio develop" representa el compromiso caritativo junto con las contrapartes, que se hace efectivo más allá de sus propias fronteras para las personas de este mundo.
Según Stefan Weller, parte del trabajo de Connexio consiste en recaudar recursos financieros para prestar apoyo concreto a nuestras iglesias y organizaciones asociadas. Ambas organizaciones están estrechamente vinculadas a parroquias y particulares que esperan que sus donativos se gestionen de forma fiable, responsable y sostenible.
"Connexio es mucho más que una cuenta de donativos", afirma Stefan Weller. "Tampoco es sólo una organización de ayuda que alivia un poco los síntomas de la injusticia mundial. Precisamente por las grandes diferencias en términos de poder y riqueza en el mundo, en nuestras asociaciones internacionales intentamos encontrarnos a la altura de los ojos y averiguar qué tenemos que darnos unos a otros más allá de los medios económicos." Esto demuestra que "connexio" no es una vía de sentido único, sino un toma y daca en muchos ámbitos.
Stefan Weller subraya: "Lo más importante que necesitamos son personas, personas que no sólo tranquilicen su conciencia con donativos, sino que se apasionen por la idea de "connexio". Los llamamos embajadores de Connexio. A través de ellos, la solidaridad internacional cobra rostro sobre el terreno. Si quieres ser uno de ellos, no necesitas ninguna cualificación, ni cumplir una lista de obligaciones. Embajador es cualquiera que dé la cara por Connexio. Lo único que tienen que hacer es mantener vivas las inquietudes de Connexio en su propia comunidad, y quizá incluso más allá".
Ruth Läubli pertenece a la Iglesia Metodista de Bülach y lo vive así: "Para mí, Connexio es como una ventana al mundo. Me siento conectada con gente de la iglesia mundial". Trabajar en los antiguos departamentos y viajar para conocer gente le ha aportado valiosas percepciones directas. Le impresiona mucho cómo los proyectos sociales, abiertos también a personas ajenas a la iglesia, forman parte de la mayoría de los lugares. "Creo que eso también es cada vez más importante aquí". Cada dos meses, dirige la oración de Connexio en el servicio religioso. Le gusta participar en actos y reuniones organizados por Connexio. "Para la oración de Connexio, siempre llevo una ventana vieja que decoro con fotos. Así permanece un tiempo y también inspira conversaciones".
"Trabajar por una sociedad pacífica, justa e integradora es muy importante para nosotras", subraya la hermana Elisabeth Meier, diaconisa de las Hermanas de Bethesda en Basilea. "Por eso estamos agradecidas a Connexio". Llevan mucho tiempo apoyando el centro Miss Stone en Macedonia del Norte: algunas de las hermanas conocen personalmente a Christina Cekov. "Ella ha estado muy comprometida allí. El personal se ocupa del bienestar de personas mayores, solas y desamparadas con mucho amor y dedicación. Muchas de estas personas dicen que no podrían sobrevivir sin esta ayuda. Esto nos impresiona mucho y, al mismo tiempo, nos hace estar agradecidos por todo lo bueno que podemos tener en abundancia. Nos asombra ver cómo la obra crece y responde constantemente a nuevas necesidades".
A partir de un legado y con los "almuerzos de sopa" mensuales, la comunidad de hermanas apoya proyectos de Connexio o responde a situaciones de emergencia. "Pero tan importante para nosotras como dar es la intercesión por las personas que reciben ayuda y por las personas que organizan o prestan ellas mismas esta ayuda". Los tres momentos diarios de oración y las veladas de oración son instrumentos útiles para ello, al igual que los momentos de oración personal. "Nos complace especialmente que Connexio apoye a las mujeres para que puedan ganarse la vida y las ayude a ganarse el respeto y la justicia mediante cursos de formación".
Texto: Stefan Weller, Miembro del Comité Ejecutivo
Foto de Ruth Läubli: Hanspeter Minder
Foto de Sor Elisabeth Meier: a su disposición
Organizar ventas de Adviento, invitar a huéspedes extranjeros, preparar los desayunos de Connexio, hacer compras de comercio justo, intercesiones, mantener asociaciones comunitarias, correr en el maratón a pie, decorar y vender chocolate, pulsar la alarma de solidaridad... un sincero agradecimiento a todos los que apoyan las preocupaciones de Connexio de una forma u otra.
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